sábado, 1 de agosto de 2009

Andrés Caicedo ¡Que viva la música!

http://www.scribd.com/doc/12983409/Andres-Caicedo-Que-Viva-La-Musica

Cantan los pájaros, y a los árboles (que lejos están de aquí, al otro lado del río) los imagino meciéndose en cada crepúsculo, luego me imagino que cada hoja produce el sonido atarván de las trompetas que es el llamado de la selva, la que ya me picó con su embrujo. Sé que soy pionera, exploradora única y algún día, a mi pesar, sacaré la teoría de que el libro miente, el cine agota, quémenlos ambos, no dejen sino música. Si voy pallá es que pallá vamos. Vivimos el momento de más significado en la historia de la humanidad, y es primera vez que se ha exigido tanto de los culimbos. Mi opinión modesta, viéndoles las caras, las bocas de las ojeras, es que ellos, mis amigos, han cumplido. Somos la nota melosa que gimió el violín. Se reían del bugalú y mira ahora qué.
Tú, no te detengas ante ningún reto. Y no pases a formar parte de ningún gremio. Que nunca te puedan definir ni encasillar.
Que nadie sepa tu nombre y que nadie amparo te dé.
Que no accedas a los tejemanejes de la celebridad. Si dejas obra, muere tranquilo, confiando en unos pocos buenos amigos. Nunca permitas que te vuelvan persona mayor, hombre respetable. Nunca dejes de ser niño, aunque tengas los ojos en la nuca y se te empiecen a caer los dientes. Tus padres te tuvieron. Que tus padres te alimenten siempre, y págales con mala moneda. A mí qué. Jamás ahorres. Nunca te vuelvas una persona seria. Haz de la irreflexión y de la contradicción tu norma de conducta. Elimina las treguas, recoge tu amor en el daño, el exceso y la tembladera.
Todo es tuyo. A todo tienes derecho y cóbralo caro.
No te sientas llenecita nunca.
Aprende a no perder la vista, a no sucumbir ante la miopía del que vive en la ciudad. Ármate de los sueños para no perder la vista.
Olvídate de que podrás alcanzar alguna vez lo que llaman "normalidad sexual", ni esperes que el amor te traiga paz. El sexo es el acto de las tinieblas y el enamoramiento la reunión de los tormentos. Nunca esperes que lograrás comprensión con el sexo opuesto. No hay nada más disímil ni menos dado a la reconciliación. Tú, practica el miedo, el rapto, la pugna, la violencia, la perversión y la vía anal, si crees que la satisfacción depende de la estrechez y la posición predominante. Si deseas sustraerte a todo comercio sexual, aún mejor.
Para el odio que te ha infectado el censor, no hay remedio mejor que el asesinato.
Para la timidez, la autodestrucción.
Adonde mejor se practica el ritmo de la soledad es en los cines. Aprende a sabotear los cines.
No accedas al arrepentimiento ni a la envidia ni al arribismo social. Es preferible bajar, desclasarse; alcanzar al término de una carrera que no conoció el esplendor, la anónima decadencia.
Para endurecer la unidad sellada, ensaya dándote contra las tapias.
No hay momento más intenso ni angustioso que el despertar del hombre que madruga. Complica y prolonga este momento, consúmete en él. Agonizarás lentamente y de berrido en berrido enfrentarás los nuevos días.
Es prudente oír música antes del desayuno.
Tú, disimula el olvido. Aprende a contemplar inconmovible toda génesis. Si te tienta la maldad, sucumbe: teminaréis por rodar juntas del mismo brazo.
Come de todo lo que sea malo para el hígado: mango biche y hongos y pura sal, y acostúmbrate a amanecer con los gusanos. Créete ceiba, que también cría parásitos.
Tú, no te preocupes. Muérete antes que tus padres para librarlos de la espantosa visión de tu vejez. Y encuéntrame allí donde todo es gris y no se sufre. Somos muchas. Incomunica el dato.

ANDRÉS CAICEDO ¡QUE VIVA LA MÚSICA! (1977)

Qué será

Por Cualquier Nombre

César Gutiérrez y los Elohim

Por Rensso Chung

Tenía ocho años. Vivía en una ciudad apacible y pintoresca de la selva peruana, Lamas. Mi padre tenía una biblioteca donde, entre otros autores, conocí a César Vallejo y, digamos, el mundo entero(en la biblioteca había un atlas en inglés que no podía leer, pero si podía ver sus imágenes e imaginarme viajes alrededor del mundo, el mundo azul y solitario como aparecía en una de las páginas del atlas). Había más libros por supuesto. Había un libro que me llamó particularmente la atención por su título:Los extraterrestres me llevaron a su planeta. El autor de ese libro se hacia llamar, o ellos lo pusieron el nombre de RAEL. El libro tenía muchas páginas, más de cuatrocientas, y fue el primer libro que leí tres veces en un mismo año. Fue un libro que me cambio la vida o, al menos, la vida del niño de entonces. Nadie me recomendó el libro, simplemente estaba en la biblioteca de papá y tenía la libertad de leer todo lo que me daba la regalada gana. Papá seguro no pensaría que leería tal libro y como otros libros también, quizás porque el número de páginas me desalentaría o poruqe no sospechaba mi vicio. Pero nunca fue así. Yo ya leía más de la cuenta a escondidas. Nadie controlaba mi vicio de lector porque mis padres trabajaban mucho. Recuerdo que empecé a leer a los cinco años. Recuerdo que mis primeras lecturas fueron los cuentos de Francisco Izquierdo Ríos(FIR). Aprendí a leer con esos cuentos, cuentos sobre la selva. Bueno, sigamos. El libro de RAEL fue una gran sorpresa que alimentó mi imaginación casi exponencialmente. Me sacó del planeta tierra, de ese planeta azul como me mostraba ese atlas. Me llevó a mundos fantásticos en ovnis. Me habló de Jesús y de la clonación antes que llegará a ser pelémica. Me habló de los ángeles con chorros de propulsión. Me dijo que Jesús no resucitó, sino que ellos lo recrearon, palabras, por cierto, muy diferentes. Me habló de explosiones átomicas que no fueron de Hiroshima, sino de Sodoma y Gomorra. Me habló de la ballena que era un submarino y se tragó a un personaje biblíco que en este momento no recuerdo su nombre. Me habló del sexo, de dios, de la telepatia, de la geniocracia, del am0r, de otros planetas, de la parábola de la semilla versión elohim. Me habló de las armas supermodernas llamadas trompetas de Jérico, de las antenas-cabellos de Sanson. Era como leer una biblia explicada. Por entonces, y también creo que ahora, existía un cursito inútil que se llevava en la escuela, y en el colegio también, llamado educación religiosa que no era otra cosa que catolicismo, pero que me permitia, a parte de hacer que los premios de excelecia(todos idiotas y sobones) sumen veintes a su puntaje total gracias a religión, contrastar las dos biblias.
Después de leer el libro de RAEL, yo me convertí en una clase de predicador de los elohims que más era; y esto lo digo por las discusiones que me gané con mis proferores, mis compañeros de clase y algunas viejas cucufatas; un polemista a tiempo completo. Se imaginan la cara del cura, de la monjita o de la señorita de la catequesis(que a proposito estaba bien culona), cuando le decia que Jesús era un extraterrestre y no recucitó, pero fue recreado; o cuando decia que los ángeles podian volar gracias a una máquina de propulsión y que cayó un bomba átomica en Sodoma y Gomorra porque asi lo ordenó dios. Sí, me gané la fama de pequeño demonio o anticristo escolar y el profesor, qué problema para él, no podía hacer su clase de religión. Era, para ellos, terrible oír mis predicas extraterestres. Me enteré después que la primera sede, a nivel nacional, del Movimeinto Raeliano Peruano(www.rael.org), fue en mi pueblo, Lamas, y que mi papá pertenecia a dicho movimiento. La verdad que de niño vi muchos personajes en Lamas que sospechaba que eran algo elohim y, mis amigos y mi hermano, vieron ovnis, esos platillos muy populares hoy en día. Si no me cree, hipócrita lector, me importa un pedo.


Años después, viviendo en Trujillo y después de haber terminado de estudiar una carrera científica, matemáticas, me encontré con el libro de César Gutiérrez(más detalles en http://80m84rd3r0.blogspot.com/) que me recordó con mucho humor, con el humor característico de Césitar Gutiérrez, a los Elohims. Además el humor de César Gutiérrez es bien bacán(espero que se me entienda que con eso quiero decir que es chévere) y creo que a los Elohims les gustaría. El 'bombardero' recrea un divertídisima entrevista entre un elohim y un tal Larry King Jr. Aquí una muestra:

LK.-¿La glonación plantea cuestiones éticas?

E: Sí. Los Elohim sólo nos permitimos hacer una copia por individuo. Nunca más de uno, excepto que se trate de Hunter Thompson, Emile Cioran, Zinedine Zidane o Morzart, en cuyo caso nos ponemos a trabajar en serie. Jamás clonariamos criminales, tipo Bush I o Bush II. O Mengele clonando a Hitler, como en la película THE BOYS FROM BRAZIL. Solo piense en las potencialidades que se abren si clonamos a una persona con la mente de Eisntein, David Bowie o T.S. Eliot, esa persona tendrá otra vida más para desarrollar sus estudios científicos o culturales. Será una gran aporte a la ciencia y el arte.

LK.-Antes de ser asesinado por la camorra, el Papa Ratzingern dijo que ustedes, los raelianos, lo que en realidad les gusta es el sexo indiscriminado y el dinero.

E:No nos gusta, !nos encanta¡ ¿A quién no? Amamos el dinero y el sexo en todas sus variantes, incluyendo gang bangs, fistings, bukakes, bondages, lluvias doradas, y hasta negras. Sólo que lo hacemos con gozo y precaución y sin esconder a nuestros monaguillos(risas).


Así, entonces, el libro de César Gutiérrez me recordó, en parte, mis años de joven y ávido lector(todavía lo soy, sólo que peor). Es ese asunto que una cosa conduce a la otra. No sé si César Gutiérrez es Raeliano o no, pero creo sin duda alguna que leyó el libro de Rael y se quedó asombrado y su mente, y su percepción, del mundo ya no fue la misma.
Me he divertido con el humor de Césitar, es la parte del libro que da un alegre respiro al caos, pues su libro refleja el caos de la época hasta en la forma de escribir.
Como fanático moderado de David Bowie, estoy completamente de acuerdo, con César Gutiérrez, en la clonación Bowie. Aunque estoy completamente en desacuerdo con la clonación de Alan Garcia, espero que César también. No clonariamos a un loco, o peor aún, a la abuelita de Jack, el destripador, y el muñeco Chucky, Mercedes Cabanillas de Custer. Aunque deduzco, además, que Cesár es fánatico total, y completo al 150 por ciento, del gran Bowie, hasta el punto de agregar, mismo Joyce, un pentagrama musical de la canción de Bowie, Heroes, en su libro-artefacto.

Bueno, eso es todo...por ahora.

MANIFIESTO

Por Madrugada

Compañero
Tu tocas las estatuas
que transforman la sal en oro
Y a las caracolas
en usureras alimañas retornando a su morada
Que es el paraíso que me huye

Tu simulas una muerte
sobre el musgo descolorido de mi espalda

Mareado por el silencio de mis fronteras
Eres el hipocampo mas venturoso del mundo

La trampa donde caíste
Fue la trampa tejida
Por los llantos infantiles de tu madre
De tu hija.... de tu esposa
Cualquiera de ellas al azar
Porque cada una de ellas
Fui yo comiendo
Cada instante de tus pasos sobre la polvareda

Eres el reino que provocó
el crujir de las espadas en el aire
La palabra dulce que resbala de mi lengua
Acariciando el sueño de un neonato

Tuyo es el humo rojo
Que aún guardo dentro de mi boca
La tierra donde los topos
Construyen para mi una puerta
Con las plumas doradas de un ave fénix

Aquí te salvo
Y me salvo, compañero
No alcances mi vida que flamea entre las playas
No busques tu vino en mi mísera realeza

Vuelve a nacer de tus cenizas
Yo apagaré mi luz


Viviré atrapada en mi propio canto.

Good Will Hunting

Victorias y derrotas de quienes terminan ganando

Por Wilson Moreno R.

Tonto y Tonta suelen pelear mucho, es una costumbre que no saben olvidar. La adoptaron de los planetas en los que nacieron, a través de los cromosomas y algunos otros artefactos biotípicos que no vale la pena mencionar. Sus peleas son muy emocionantes, pues siempre terminan en algún desmán, arrojándose cosas, uno contra otro, uno a la vez, como si tuvieran turnos.

Cuando pelean por el televisor, se avientan el control remoto. Cuando pelean por el teléfono, se avientan las guías telefónicas. Cuando pelean por el agua, se avientan los platos o quizá algún inofensivo tenedor. Sus peleas son rutinarias, así como también lo es reponer las cosas que cada día terminan rompiendo. Tonto y Tonta comprenden: Todo en esta vida tiene un precio, y el amor encabeza la lista.

Cierto día, se pelearon desde el alba al atardecer; tanto, que no había más cosas que arrojarse. El ring lucía desierto, de igual forma sus ideas. Al no ver otra salida, y queriendo obtener la victoria a toda costa, Tonta terminó arrojando su corazón a Tonto, sin que ella misma pudiera darse cuenta. Tonto quedó noqueado en el acto. Tonta ganó la batalla aquella noche, sin saber que quizá Tonto obtuvo alguna otra victoria, pese a su estado.

Desde que despertó aquella noche, Tonto guarda el corazón de Tonta junto al suyo, como una especie de trofeo de guerra. Con el pasar del tiempo, éstos se han hecho uno, y es este nuevo corazón el que les da un poco más de vida cada día, para seguir peleando y arrojándose cosas, desde el alba al atardecer; pero sobretodo, para seguir siempre juntos, pues su corazón es ahora uno igual que ellos, y eso, ya no es una cuestión de cromosomas.

Radiohead - 2 + 2 = 5

Dis

Por Fermina

A veces el rosa lo veo plomo, y otras veces el violeta lo veo verde menta. Cuando giro la cabeza hacia la derecha no puedo distinguir colores, es entonces cuando pierdo el conocimiento y despierto siempre 3 horas después en la misma sala de espera con dos helechos de adorno y una ventana grande y psicóticamente limpia. Regreso a casa a pie para no darle gusto a los mareos y a las náuseas, que en caso de presentarlas, me levanto y camino rapidamente por toda la sala para calmarme. Se me ocurre voltear hacia mi cama y puedo ver los colores más bellos que jamás imaginarías, todos en blanco y negro. Tanta belleza me nubla, así que duermo y sueño con aquella sala de espera, pero en el sueño solo aparece un helecho sin fotocopia y la ventana sigue igual de limpia. Me bebo el agua que cae por debajo del helecho y me doy cuenta que no dormía. A través de la ventana puedo ver siluetas blanquinegras y luces totalmente blancas. Almenos eso parecen.

114.


Por Sereales

Boom

Por Jorge Torres

Llegado el momento del aburrimiento por las nuevas tendencias, la gente que aborrecía esas cosas; por ser pésimas y horrendas, decidió ocultarse y vivir escuchando, leyendo, y viendo a los antiguos y buenos autores de todos los géneros, poco a poco la demás gente empezó a seguir a aquellos letrados (o supuestos) ,quizá por verdad o quizá por moda, eso sólo queda en sus corazones, el resto de gente que eran los creadores de las nuevas cosas, llámense arte u diferentes modas siguieron el mismo camino, hasta el punto de volver a vivir en aquellos años maravillosos, y así poco a poco regresaron todos a empezar a escribir, a leer, a enseñarles a los niños cómo se había creado el hombre, destruyeron la tecnología, volviendo a las antiguas casas, en cada lugar del mundo todo volvió a ser como ellos querían que sea, olvidándose cuando empezó todo, volviendo a escribir los mismos libros, a cantar las mismas canciones, a filmar las mismas buenas películas y así nombrando a aquellos hombres y mujeres célebres de antes, todo se volvió contra ellos en una innumerable felicidad llamando con un término inglés a todas aquellas nuevas cosas: Boom

Ed Hibert & Kurt Cobain


Por Carlitos 7.9

Libros

Por Maria José Cumplido

Los libros son los mejores amigos que alguien puede tener. Siempre están ahí cuado los necesitas y jamás te hacen escenas de celos ni te molestan demasiado. Cada uno tiene su forma distinta de quererte y no se preocupan por competir entre sí por tu cariño. Excepto por "Crimen y Castigo" de Dostoievski, quien una vez celó tanto que destrozó a hachazos a todos los demás libracos. Tuve que venderlo en una feria de libros usados por miedo a que siguiera destrozando mi colección. Enfurecido el libro prometió vengarse. Entederás mi pánico cuando hace un par de años atrás me obligaron a leerlo para el colegio. La sala de pronto se llenó de veinte ediciones distintas de dicho libro.

Esa semana no fui al colegio ni me presenté a la prueba. Nunca nadie entendió que cuando decía que el libro me mataría, lo decía literalmete.

viernes, 27 de febrero de 2009

La rama seca

Apenas tenía seis años y aún no la llevaban al campo. Era por el tiempo de la siega, con un calor grande, abrasador, sobre los senderos. La dejaban en casa, cerrada con llave, y le decían:

-Que seas buena, que no alborotes: y si algo te pasara, asómate a la ventana y llama a doña Clementina.

Ella decía que sí con la cabeza. Pero nunca le ocurría nada, y se pasaba el día sentada al borde de la ventana, jugando con "Pipa".

Doña Clementina la veía desde el huertecillo. Sus casas estaban pegadas la una a la otra, aunque la de doña Clementina era mucho más grande, y tenía, además, un huerto con un peral y dos ciruelos. Al otro lado del muro se abría la ventanuco tras la cual la niña se sentaba siempre. A veces, doña Clementina levantaba los ojos de su costura y la miraba.

-¿Qué haces, niña?

La niña tenía la carita delgada, pálida, entre las flacas trenzas de un negro mate.

-Juego con "Pipa" -decía.

Doña Clementina seguía cosiendo y no volvía a pensar en la niña. Luego, poco a poco, fue escuchando aquel raro parloteo que le llegaba de lo alto, a través de las ramas del peral. En su ventana, la pequeña de los Mediavilla se pasaba el día hablando, al parecer, con alguien.

-¿Con quién hablas, tú?

-Con "Pipa".

Doña Clementina, día a día, se llenó de una curiosidad leve, tierna, por la niña y por "Pipa". Doña Clementina estaba casada con don Leoncio, el médico. Don Leoncio era un hombre adusto y dado al vino, que se pasaba el día renegando de la aldea y de sus habitantes. No tenían hijos y doña Clementina estaba ya hecha a su soledad. En un principio, apenas pensaba en aquella criatura, también solitaria, que se sentaba al alféizar de la ventana. Por piedad la miraba de cuando en cuando y se aseguraba de que nada malo le ocurría. La mujer Mediavilla se lo pidió:

-Doña Clementina, ya que usted cose en el huerto por las tardes, ¿querrá echar de cuando en cuando una mirada a la ventana, por si le pasara algo a la niña? Sabe usted, es aún pequeña para llevarla a los pagos...

-Sí, mujer, nada me cuesta. Marcha sin cuidado...

Luego, poco a poco, la niña de los Mediavilla y su charloteo ininteligible, allá arriba, fueron metiéndosela pecho adentro.

-Cuando acaben con las tareas del campo y la niña vuelva a jugar en la calle, la echaré a faltar -se decía.

Un día, por fin, se enteró de quié era "Pipa".

-La muñeca explicó la niña.

-Enséñamela...

La niña levantó en su mano terrosa un objeto que doña Clementina no podía ver claramente.

-No la veo, hija. Échamela...

La niña vaciló.

-Pero luego, ¿me la devolverá?

-Claro está...

La niña le echó a "Pipa" y doña Clementina cuando la tuvo en sus manos, se quedó pensativa. "Pipa" era simplemente una ramita seca envuelta en un trozo de percal sujeto con un cordel. Le dio la vuelta entre los dedos y miró con cierta tristeza hacia la ventana. La niña la observaba con ojos impacientes y extendía las dos manos.

-¿Me la echa, doña Clementina ... ?

Doña Clementina se levantó de la silla y arrojó de nuevo a "Pipa" hacia la ventana. "Pipa" pasó sobre la cabeza de la niña y entró en la oscuridad de la casa. La cabeza de la niña desapareció y al cabo de un rato asomó de nuevo, embebida en su juego.

Desde aquel día doña Clementina empezó a escucharla. La niña hablaba infatigablemente con "Pipa".

-"Pipa", no tengas miedo, estate quieta. ¡Ay, "Pipa", cómo me miras! Cogeré un palo grande y le romperé la cabeza al lobo. No tengas miedo, "Pipa"... Siéntate, estate quietecita, te voy a contar.- el lobo está ahora escondido en la montaña...

La niña hablaba con "Pipa" del lobo, del hombre mendigo con su saco lleno de gatos muertos, del horno del pan, de la comida. Cuando llegaba la hora de comer la niña cogía el plato que su madre le dejó tapado, al arrimo de las ascuas. Lo llevaba a la ventana y comía despacito, con su cuchara de hueso. Tenía a "Pipa" en las rodillas, y la hacía participar de su comida.

-Abre la boca, "Pipa", que pareces tonta...

Doña Clementina la oía en silencio.- la escuchaba, bebía cada una de sus palabras. Igual que escuchaba al viento sobre la hierba y entre las ramas, la algarabía de los pájaros y el rumor de la acequia.

Un día, la niña dejó de asomarse a la ventana. Doña Clementina le preguntó a la mujer Mediavilla:

-¿Y la pequeña?

-Ay, está delicá, sabe usted. Don Leoncio dice que le dieron las fiebres de Malta.

-No sabía nada...

Claro, ¿cómo iba a saber algo? Su marido nunca le contaba los sucesos de la aldea.

-Sí, continuó explicando la Mediavilla-. Se conoce que algún día debí dejarme la leche sin hervir... ¿sabe usted? ¡Tiene una tanto que hacer! Ya ve usted, ahora, en tanto se reponga, he de privarme de los brazos de Pascualín.

Pascualín tenía doce años y quedaba durante el día al cuidado de la niña. En realidad, Pascualín salía a la calle o se iba a robar fruta al huerto vecino, al del cura o al del alcalde. A veces, doña Clementina oía la voz de la niña que llamaba. Un día se decidió a ir, aunque sabía que su marido la regalaría.

La casa era angosta, maloliente y oscura. junto al establo nacía una escalera, en la que se acostaban las gallinas. Subió, pisando con cuidado los escalones apolillados que crujían bajo su peso. La niña la debió oír, porque gritó:

-¡Pascualín! ¡Pascualín!

Entró en una estancia muy pequeña, a donde la claridad llegaba apenas por un ventanuco alargado. Afuera, al otro lado, debían moverse las ramas de algún árbol, porque la luz era de un verde fresco y encendido, extraño como un sueño en la oscuridad. El fajo de luz verde venía a dar contra la cabecera de la cama de hierro en que estaba la niña. Al verla, abrió más sus párpados entornados.

-Hola, pequeña -dijo doña Clementina-. ¿Qué tal estás?

La niña empezó a llorar de un modo suave y silencioso. Doña Clementina se agachó y contempló su carita amarillenta, entre las trenzas negras.

-Sabe usted dijo la niña-, Pascualín es malo. Es un bruto. Dígale usted que me devuelva a "Pipa", que me aburro sin "Pipa"...

Seguía llorando. Doña Clementina no estaba acostumbrada a hablar a los niños, y algo extraño agarrotaba su garganta y su corazón.

Salió de allí, en silencio, y buscó a Pascualín. Estaba sentado en la calle, con la espalda apoyada en el muro de la casa. iba descalzo y sus piernas morenas, desnudas, brillaban al sol como dos piezas de cobre.

-Pascualín -dijo doña Clementina.

El muchacho levantó hacia ella sus ojos desconfiados. Tenía las pupilas grises y muy juntas y el cabello le crecía abundante como a una muchacha, por encima de las orejas.

-Pascualín, ¿qué hiciste de la muñeca de tu hermana? Devuélvesela.

Pascualín lanzó una blasfemia y se levantó.

-¡Anda! ¡La muñeca dice! ¡Aviaos estamos!

Dio media vuelta y se fue hacia la casa, murmurando.

Al día siguiente, doña Clementina volvió a visitar a la niña. En cuanto la vio, como si se tratara de una cómplice, la pequeña le habló de "Pipa":

-Que me traiga a "Pipa", dígaselo usted, que la traiga...

El llanto levantaba el pecho de la niña, le llenaba la cara de lágrimas, que caían despacio hasta la manta.

-Yo te voy a traer una muñeca, no llores.

Doña Clementina dijo a su marido, por la noche:

-Tendría que bajar a Fuenmayor, a unas compras.

-Baja -respondió el médico, con la cabeza hundida en el periódico.

A las seis de la mañana doña Clementina tomó el auto de línea, y a las once bajó en Fuenmayor. En Fuenmayor había tiendas, mercado, y un gran bazar llamado "El Ideal". Doña Clementina llevaba sus pequeños ahorros envueltos en un pañuelo de seda. En "El Ideal" compró una muñeca de cabello crespo y ojos redondos y fijos, que le pareció muy hermosa. "La pequeña va a alegrarse de veras", pensó. Le costó más cara de lo que imaginaba, pero pagó de buena gana.

Anochecía ya cuando llegó a la aldea. Subió la escalera y, algo avergonzada de sí misma, notó que su corazón latía fuerte. La mujer Mediavilla estaba ya en casa, preparando la cena. En cuanto la vio alzó las dos manos.

-¡Ay, usté, doña Clementina! ¡Válgame Dios, ya disimulará en qué trazas la recibo! ¡Quién iba a pensar...!

Cortó sus exclamaciones.

-Venía a ver a la pequeña le traigo un juguete...

Muda de asombro la Mediavilla la hizo pasar.

-Ay, cuitada, y mira quién viene a verte...

La niña levantó la cabeza de la almohada. La llama de un candil de aceite, clavado en la pared, temblaba, amarilla.

-Mira lo que te traigo: te traigo otra "Pipa", mucho más bonita.

Abrió la caja y la muñeca apareció, rubia y extraña.

Los ojos negros de la niña estaban llenos de una luz nueva, que casi embellecía su carita fea. Una sonrisa se le iniciaba, que se enfrió en seguida a la vista de la muñeca. Dejó caer de nuevo la cabeza en la almohada y empezó a llorar despacio y silenciosamente, como acostumbraba.

-No es "Pipa" -dijo-. No es "Pipa".

La madre empezó a chillar:

-¡Habráse visto la tonta! ¡Habráse visto, la desagradecida! ¡Ay, por Dios, doña Clementina, no se lo tenga usted en cuenta, que esta moza nos ha salido retrasada ... !

Doña Clementina parpadeó. (Todos en el pueblo sabían que era una mujer tímida y solitaria, y le tenían cierta compasión).

-No importa, mujer -dijo, con una pálida sonrisa-, No importa.

Salió. La mujer Mediavilla cogió la muñeca entre sus manos rudas, como si se tratara de una flor.

-¡Ay, madre, y qué cosa más preciosa! ¡Habráse visto la tonta ésta ... !

Al día siguiente doña Clementina recogió del huerto una ramita seca y la envolvió en un retal. Subió a ver a la niña:

-Te traigo a tu "Pipa".

La niña levantó la cabeza con la viveza del día anterior. De nuevo, la tristeza subió a sus ojos oscuros.

-No es "Pipa".

Día a día, doña Clementina confeccionó "Pipa" tras "Pipa", sin ningún resultado. Una gran tristeza la llenaba, y el caso llegó a oídos de don Leoncio.

-Oye, mujer: que no sepa yo de más majaderías de ésas... ¡Ya no estamos, a estas alturas, para andar siendo el hazmerreír del pueblo! Que no vuelvas a ver a esa muchacha: se va a morir, de todos modos...

-¿Se va a morir?

-Pues claro, ¡que remedio! No tienen posibilidades los Mediavilla para pensar en otra cosa... ¡Va a ser mejor para todos!

En efecto, apenas iniciado el otoño, la nña se murió. Doña Clementina sintió un pesar grande, allí dentro, donde un día le naciera tan tierna curiosidad por "Pipa" y su pequeña madre.

Fue a la primavera siguiente, ya en pleno deshielo, cuando una mañana, rebuscando en la tierra, bajo los ciruelos, apareció la ramita seca, envuelta en su pedazo de percal. Estaba quemada por la nieve, quebradiza, y el color rojo de la tela se había vuelto de un rosa desvaído. Doña Clementina tomó a "Pipa" entre sus dedos, la levantó con respeto y la miró, bajo los rayos pálidos del sol.

-Verdaderamente- se dijo-. ¡Cuánta razón tenía la pequeña! ¡Qué cara tan hermosa y triste tiene esta muñeca!

EXTRAÍDO DE "HISTORIAS DE ARTÁMILA" DE ANA MARÍA MATUTE

miércoles, 25 de febrero de 2009

5 preguntas capciosas y sabrosas PARA los EMOS

Por Renato Neira Ladrón de Guevara

Bueno es la 1 de la madrugada, pero es a esta hora que vi el consejo de mi amigo el Gringo, y decidí entrarle a la pataleta y comenzar a “5parear” una vez más. Me aconsejaron hacer un 5para de los EMOS, una nueva raza en lo que respecta a las tribus urbanas, bueno “nueva” ya que existe desde principios de los 90’s, EMO sale del inglés “emotional hardcore”, así es que surgió como un movimiento antifashion (claro que ahora es más fashion serlo). Pues bien, el estereotipo de un EMO es de un adolecente casi joven, de entre 14 a 19 años, que gusta vestirse de negro y combinarlo con colores muy efusivos (no estoy usando un eufemismo) como son el rosado, el lila, el morado; etc. Pero, ellos cuentan con una particularidad, creo yo impuesta mas que propia, que es la de ver las cosas de forma depresiva, tratando de encontrar algo por lo cual seguir viviendo (lo cual abunda en este planeta, si el chino lo encontró ustedes también pueden), además cuentan con grandes, extravagantes y abultados peinados, así como el uso de piercings (en el labio por lo general, vamos muchachos algo más de originalidad), en pocas palabras un EMO es más fácil de diferenciar que un elefante en una bandada de palomas. Claro está, que no puedo decir nada en contra de ellos, no porque se vayan a suicidar, sino porque creo que cada quien tiene derecho a expresarse como deseé, así sea deprimiéndose por la muerte de un amigo o porque simplemente subió el precio del pan, o si se le cayeron lo chisitos (existen aún, me siento viejo, bueno si ponía boliquesos me perdían el hilo) en el recreo, o si la chibola que les gusta no les da bola (boliquesos que rico) y prefiere a sus compañeritos con bigotillo. Pero, sé por experiencia, que no todos los EMOS son iguales, puesto que conozco a uno que otro, y debo admitir que no son tan llorones como los pintan, ni tan amanerados, ni monces, ni pavos, ni bisexuales, ni depresivos, ni hinchas acérrimos de las actividades de auto satisfacción sexual (pajeros pes); es más debo decir que son como cualquier persona solo que con más maquillaje (jajaja mentira, o no?). Más debo también, admitir que es desmedido el odio, que está de moda por cierto, hacia los EMOS, así es está de moda golpearlos, insultarlos, escupirles, orinar en su Gatorade (y decir que es un nuevo sabor extra cítrico), o simplemente ignorarlos. Los videos que observe en internet de cómo los golpean, o los insultan sin razón alguna, simplemente me repugnan, la calidad es pésima, no se oye nada además están pixeliados, pero al margen de los detalles técnicos se muestra como se discrimina a alguien simplemente por querer ser diferente, y es que en el fondo todos queremos serlo (digo diferentes, no EMOS, bueno si alguien quiere chévere, pero sin deprimirse ah). Y por último la lista de enemigos es interminable (incluye personajes famosos, encuéntralos!): metaleros, punks, screamos (mas conchudos), reguetoneros, tombos, barristas (de todos los equipos), pokemones, digimones, salmones y The Ramones, migrantes e inmigrantes, fronterizos, pobres, ricos, negros, blancos, verdes, amarillos, rojos (comunistas tarados), Hitler, todos los de la WWE (menos el Undertaker ese es medio EMO), públicos, privados, niños, viejos, serenos, Pol Pot, Sandokan, Alá, Buda, el zambo Cavero, mi hermano, Pele, y por último, todos los que no son EMOS. Entonces empezaremos con las 5 preguntas capciosas y sabrosas para los EMOS, las “5para” de hoy son:

1) ¿Les gusta el EMOliente? (bueno para la resaca, y para adquirir tifoidea al paso)

2) Si quieren encontrar algo de que deprimirse: ¿por qué no van a alentar a la selección? (así nos deprimimos todos juntos, arriba las gillettes!)

3) ¿Sabían que Dios es el único que no los odia? (claro pues, son su experimento menos fallido)

4) ¿Suicidarse es tannnnn difícil?

Y por último…

5) Ya en serio, fuera de tonteras y rodeos: ¿en qué rayos creen? (todos tienen un credo, yo creo en el capitalismo en una era donde a nadie le gusta pero igual lo siguen)

Termino, diciendo que cada quien tiene una creencia, una vestimenta, un pensamiento y una vida propia y eso debe respetarse ante todo (claro, fácil de decir después de estar jodiendo tanto). Además, no vale la pena estar molestando a otros, puesto que de ser nuestra la posición del molestado (que posición tan brava será esa), no nos gustaría, y por otro lado pensemos: hay tanto EMOS ahora que puede que los "no EMOS" seamos minoría algún día y sean ellos los que nos discriminen y golpeen (jajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajaja, perdón). Fuerza EMOS que en la vida hay muchas cosas por las cuales estar felices, como el tener el valor de ser parte de una tribu odiada por todos, y aún así resistir por lo que uno cree, eso es valor (VALORRR).

Circunloquio sobre las 7 de la tarde

Por Wilson Moreno R.

Luz = 1
Sombra = 2
Tú = 3
Yo = 4

1, mi mano, 2.
Tu sonrisa, 1, tu mano lejos, 4.
1, miel, 1, 1, 1, 2, amargo, 1.
Tu mano, mi mano, 1.
1, 3, 4, 2.
1 + 1 siempre termina siendo 2.
4, bromas, 2.
4, 3, 1.
Mi sonrisa, 2, tu sonrisa.
2, tu sonrisa, 1, tu sonrisa otra vez.
2, 3, 4, sonrisas, 1.
2, 1, rutina.
3, 3, 3, 3, 3, 3.
Miedo, 2, más miedo, 1.
2, 1, 2, 1, 2, 1, etc.
Tu mano vuelve, 4, 1, 1, 1, 1.
2, 4, un foco, 1.
Inseguridad, 2, risas... 1.
Tu sonrisa, miedos, 2.
2, insultos, risas, 2, 1.
2 + 2 siempre será 1.
4, 2, 3, salvación.
3, 1.
3, 4, siempre...

Existentialism - Waking Life excerpt

Pececillos

Por Selene

A mediados de Enero, luego de un almuerzo dominical, Luzmarina se tocó la cabeza. El acondicionador había hecho un buen efecto en cuanto a suavidad, sedocidad y brillo. Sintió como si un pececillo se le escapara de la yema de los dedos, cerró los ojos para concentrarse y sentir a dicho pececillo otra vez, lo hizo, lo hizo, lo sintió otra vez; se tocaba mientras recordaba la pecera que tenía en casa cuando era niña. Le habían regalado una pecera cuando tenía 8 años, le encantaba verlos nadar, comer, defecar, morir. Solía meter la mano dentro de la pecera para poder atrapar a los pececillos, muy pocas veces lograba rozar sus pequeños cuerpecitos suaves y escurridizos. Saltaba de alegría cuando uno se moría y flotaba panza arriba, ya no se movía, y para ella todo era más fácil. Pasaba días con el pececillo muerto, hasta que no se viera o apestara a podrido, luego lo tiraba a la basura, como residuo de pescado de un mercado cualquiera.

Luzmarina abrió los ojos, todavía sentía a los pececillos en la yema de sus dedos, sonrió "niña tonta, ay niña!" y con esa misma sonrisa fue al baño, ya saben, de tanto pensar en agua. Se miraba y cogía a los pececillos en su cabeza, el espejo se reía, el orín mojaba su ropa íntima y calentaba sus piernas. El espejo se reía de Luzmarina, era ella con decenas de agujeros y mechones ralos en su cabeza, estaba volviéndose calva, la piel de su cráneo , suave, tierno, escurridizo. Llenó el lavabo con agua y se sumergió, Luzmarina pensaba en que momento se pondría panza arriba.

Fiona Apple - Criminal

Mi teoría sobre los dinosaurios

Por Fermina

Ya ningún dinosaurio me sorprende. Todos tan volátiles, tan arcaicos y modernos. Sus dientes parecían enjaular polvo, morder raíces añejas y estériles.

Ellos vienen en grupo y yo no me muevo.

Parece mentira, pero mientras más quieta estoy, más amigables se ven.

Parece mentira, pero me quedo quieta y sonrío, y ellos huyen por la ventana.

Se cogen de la cola formando una gran cadena.

Se trasladan a otro planeta.

Esa era mi teoría.

Los dinosaurios se extinguieron porque volaron, unidos de la cola, hacia otro planeta.

64.



Por Sereales

Fin y principio

Por Jorge Torres

El extraño y no tan feo cuerpo fue encontrado al amanecer en una playa de la costa sur, no hay indicios de asesinato, se ve en medio del cuerpo una mancha roja (que luego supimos por las investigaciones que era salsa de tomate con toquecitos de mostaza), en la palma de la mano un papel mojado, pero distinguible, en el papel hay escrito un nombre, que se supone es el supuesto nombre de la víctima, ya que encontramos sus documentos aproximadamente a dos kilómetros de dicha playa, ahora porqué alguien escribiría su propio nombre el día de su muerte. Quizá una pista para seguir al verdadero asesino, pero la autopsia dio como resultado muerte natural, sea eso o no cierto para la gente del sur, no podemos hallar la verdad, sólo nos queda el papel y el nombre.

Aves sin nido


Por Carlitos 7.9


Y ella se entrometía

Por Maria José Cumplido

Paulina se entrometía constantemente en mi vida. Revisaba mis mensajes del celular, los contactos que tenía en MSN, en mi agenda, en mi libreta de notas, en los papeles arrugados del basurero, en la mano izquierda, en la derecha......en fin, quería conocer a toda la gente que estaba a menos de un metro mío. Gritaba desaforada cuando sentía que la engañaba e incuso derramaba lágrimas de celos incomprensibles. Sólo el tiempo fue calmando paulatinamente su paranoia. Un dia descubrí que ella me mentía, que se estaba inmiscuyendo con la única persona con que no debía. Vi como le dejaba mensajes en secreto, como le vomitaba literatura barata ante mis ojos. La llamé frenética preguntando ¿que carajo estaba haciendo? Ella me encontró rídicula y dijo que no podía comportarme de esa manera. Examiné en sus diversas carteras y bolsos, buscando pruebas de mi sospecha, no podía permitir tal infamia a mi persona. Me estaba engañando la muy perra y no quería contestar a mis preguntas. Cuando la encaré, lo único que respondió fue: "Paulina, no te entrometas tan obsesivamente en mi vida"

Mierda, yo siempre había sido Paulina

sábado, 24 de enero de 2009

Azulejos - Quizás nunca

Una niña perversa

Esta tarde empujé a Arturo a la fuente. Cayó en ella y se puso a hacer "gluglú" con la boca, pero también gritaba y fue oído. Papá y mamá llegaron corriendo. Mamá lloraba porque creía que Arturo se había ahogado. Pero no era así. Ha venido el doctor. Arturo está ahora muy bien. Ha pedido pastel de mermelada y mamá se lo ha dado. Sin embargo, eran las siete, casi la hora de acostarse, cuando pidió pastel, y a pesar de eso mamá se lo dio. Arturo estaba muy contento y orgulloso. Todo el mundo le hacía preguntas. Mamá le preguntó cómo había podido caerse, si se había resbalado, y Arturo ha dicho que sí, que se tropezó. Es gentil que haya dicho eso, pero yo sigo detestándolo y volveré a hacerlo en la primera ocasión.

Por lo demás, si no ha dicho que lo empujé yo, quizá sea sencillamente porque sabe muy bien que a mamá la horrorizan las delaciones. El otro día, cuando le apreté el cuello con la cuerda de saltar y se fue a quejar con mamá diciendo: "Elena me ha hecho esto", mamá le ha dado una terrible palmada y le ha dicho: "¡No vuelvas a hacer una cosa así!" Y cuando llegó papá, ella se lo ha contado, y papá también se puso furioso. Arturo se quedó sin postre. Por eso comprendió. Y esta vez, como no ha dicho nada, le han dado pastel de mermelada. Me gusta enormemente el pastel de mermelada: se lo he pedido a mamá yo también, tres veces, pero ella ha puesto cara de no oirme. ¿Sospechará que yo fui la que empujó a Arturo?

Antes, yo era buena con Arturo, porque mamá y papá me festejaban tanto como a él. Cuando él tenía un auto nuevo, yo tenía una muñeca, y no le hubieran dado pastel sin darme a mí. Pero desde hace un mes, papá y mamá han cambiado completamente conmigo. Todo es para Arturo. A cada momento le hacen regalos. Con esto no mejora su carácter. Siempre ha sido un poco caprichoso, pero ahora es detestable. Sin parar está pidiendo esto y lo otro. Y mamá cede casi siempre. A decir verdad, creo que en todo un mes solo lo han regañado el día de la cuerda de saltar, y lo raro es que esta vez no era culpa suya.

Me pregunto por qué papá y mamá, que me querían tanto, han dejado de repente de interesarse en mí. Parece que ya no soy su niñita. Cuando beso a mamá, ella no sonríe. Papá tampoco. Cuando van a pasear, voy con ellos, pero continúan desinteresándose de mí. Puedo jugar junto a la fuente lo que yo quiera. Les da igual. Sólo Arturo es gentil conmigo de cuando en cuando, pero a veces se niega a jugar conmigo. Le pregunté el otro día por qué mamá se había vuelto así conmigo. Yo no quería hablarle del asunto, pero no pude evitarlo. Me ha mirado desde arriba, con ese aire burlón que toma adrede para hacerme rabiar, y me ha dicho que era porque mamá no quiere oir hablar de mí. Le dije que no era verdad. Él me dijo que sí, que había oído a mamá decirle eso a papá, y que le había dicho: "No quiero oír hablar nunca más de ella."

Ese fue el día que le apreté el cuello con la cuerda. Después de eso, yo estaba tan furiosa, a pesar de la palamada que él había recibido, que fui a su recámara y le dije que lo mataría.

Esta tarde me ha dicho que mamá, papá y él iban a ir al mar, y que yo no iría. Se rió y me hizo muecas. Entonces lo empujé a la fuente.

Ahora duerme, y papá y mamá también. Dentro de un momento iré a su recámara y esta vez no tendrá tiempo de gritar, tengo la cuerda de saltar en las manos. Él la olvidó en el jardín y yo la tomé.

Con esto se verán obligados a ir al mar sin él. Y luego me iré a acostar sola, al fondo de ese maldito jardín, en esa horrible caja blanca donde me obligan a dormir desde hace un mes.

Cuento de Jehanne Jean-Charles

5 incógnitas PARA la combi

Por Renato Neira Ladrón de Guevara

Bueno después de esta larga disculpa (que a nadie importa) hablaré de algo que la ciencia, la astronomía (y la astrología), la economía, la zapatería y ni siquiera Locomía han podido descifrar (no estoy hablando de la existencia de Don Isaac Humala, o la reelección de Alan), sino del ¿por qué coño (perdón) los viajes en combi son como son? Primeramente (ya expliqué el uso peruano de esta palabra) definiré que es una combi:

Combi: (del latín Combius) Sistema de transporte propio de países sub-desarrollados, el cual tiene derechos universales y poderes ilimitados como: pasarse en rojo, botar basura, contaminar (mucho más allá de lo permitido y más allá de lo evidente, como decía Leono), parar donde sea (1er, 2do, 3er, 4to carril, vías férreas, comisaría (ahí paran todo el tiempo. Así es, es un paréntesis dentro de otro paréntesis), hospitales, morgues (ahí descargan a veces); etc.) Matar (como 007), coimear, insultar, y por último manejar sin brevete (el conductor, obvio, no va a ser la combi).

Después de esta definición de la RAJP (Real Academia de la Jerga Peruana), haremos una analogía acerca de las combis antes de pasar al 5 PARA correspondiente. El viajar en combi, es todo un deleite, el poder observar la vista urbana, así como rural, es todo una experiencia, esto claro a bordo de una poderosísima nave hecha de autopartes de diferentes marcas (la gran mayoría hechizas), con el óxido por todo el techo y los contornos, el cable del claxon descubierto y atado a la palanca de cambios (la cual tiene la figura del Sagrado Corazón, o un cráneo, o el símbolo zodiacal de escorpio (parece que casi todos los combiseros nacieron entre el 23 de octubre y el 21 de noviembre)) (ese doble paréntesis, acá otro más) (lo vieron?). Los clásicos stickers con recomendaciones como: “pague con sencillo”, “si salió tarde no es culpa del chofer” (esa no recomendación, sino conchudés), “indique una cuadra antes del paradero”, y una de mis favoritas: “Use el cinturón de seguridad: cuide su vida (3era persona) y evita multas (2da persona)”. La gran mayoría de los stickers antes nombrados están ilustrados con imágenes de Condorito, Bugs Bunny agarrándose la entrepierna y mostrándonos el dedo del medio, o un niño orinando. Al margen de estas enriquecedoras imágenes, tenemos también mensajes hacia el resto como: “Guíame Señor de Muruhuay”, “En memoria de mi madre Hermelinda, o mi padre Atanasio”, “Mi pequeño Yon” (por la mamá Hermelinda que así estaba escrito cuando lo vi), “Mírame pero no te enamores”, “Tu envidia es mi progreso”, “Quítame la vida mas no la bebida”, “Lo que me desees que Dios te lo duplique”; etc. Fuera de esas emblemáticas representaciones de originalidad y cultura (lo último en realidad no es sarcasmo ya que la cultura “Chicha” si existe), podemos encontrar una suerte de cábalas como el primer zapato del hijo o hija del conducto atado en el parachoques delantero o debajo del tablero (lleno de espacios donde deberían ubicarse la radio, el aire acondicionado, la calefacción, el cenicero, el tacómetro; etc.), una rama de Ruda, un rosario, un escapulario, un CD con la imagen de el Señor de los Temblores o de Muruhuay, una imagen de Sarita Colonia, o la oración del chofer (que dice que Jesús es el copiloto, pero el diablo debe ser el mecánico porque la porquería se cae a pedazos).

Por último ningún medio de transporte existiría sin un ser humano (o infrahumano) que lo conduzca (chofer o “fercho” hablando rico) y sin un tesorero y recaudador de derecho de abordaje (o sea un cobrador que dice “pasae- pasae”). Ambas criaturas han sido creadas con virtudes excepcionales como: el cálculo de espacios pequeños (si no los hay los crean), la rápida transacción en el pago de multas (humano común: de 2 a 3 días, combicero: de 2 a 3 minutos, gracias a la multa automática o coim@), un idioma propio de la RAJP (la definición está arriba, busca pues!) y sobre todo un exquisito repertorio de galanterías (piropos) como: “abusiiiiiiiiiva”, “flaquita con ese culo debes cagar bombones”, “mi amor dime quien es tu ginecólogo pa chuparle los dedos”; etc. (Perdón por la vulgaridad pero copié los piropos tal como los oí). Y por último de vez en cuando se puede apreciar a los dateros (función aún no identificada) que son maestros de la RAJP, y uno que otro ambulantes que te dice “mire señor-señora”, “cuanto le vale, cuanto le cuesta”, “ya pe varón no sea rata” o “mi hermano o perro o gato o papá o mamá o abuela o lagarto o hijo está enfermo”.
Ya terminada esta enorme econo-socio-físico-antro-extra-oso de felpa-científica definición, procederé a hacer las 5 incógnitas PARA la combi.
Las “5PARA” de hoy son:

1- ) Si las combis no existiesen, ¿empezarían a servir de algo los pasos de cebra, los semáforos, los policías de tránsito urbano y las leyes de tránsito?

2- ) Si Dios puso la combi, entonces ¿el diablo puso al chofer?

3- ) Si partes por la mitad a un chofer de combi ¿aparecen dos iguales? (cual mitosis)

4- ) Si el boletero se llama así entonces ¿por qué pide pasajes envés de boletos?, debería llamarse pasajero, y el pasajero debería llamarse “Poseedor Único y Temporal Identificado de Tarifas Operativas” (o como sus siglas en castellano señalan: PUTITO) (a ver PUTITO pasae- pasae)

Y por último…

5- ) Si no existiesen las combis ¿desaparecería el reggaetón (o reguetón) de nuestra sociedad?

La cultura Chicha es una mezcla entre la cultura costeña y, por lo general, la cultura andina, y la máxima representación de dicha fusión es la “Combi”, no solo por su aspecto, sino porque todos hemos viajado en una (y muchos lo hacemos a diario) y como todos en Perú estamos en el mismo fango, pues yo digo que “todos en Perú viajamos en la misma combi” (unos sentados, otros parados unos atrás otros adelante, pero todos en el mismo carro) (pasae-pasae PUTITOs, jajajajaja)

La guerra y la vida

Por Wilson Moreno R.

En un valle muy lejano viven Tonto y Tonta, viven juntos y en medio de una guerra. A Tonto le gusta soñar que es el general más influyente de aquella guerra; mientras que a Tonta, le gusta recoger los encargos del tambo, y ver como Tonto alardea de ser quien no es.

Tonto sale cada día, a las cinco de la mañana, vestido de uniforme. Se va a la plaza mayor e incita a la batalla. Habla de derechos y de izquierdos, de revolución y evolución. A menudo convence a algunos incautos, a quienes envía con estrictas órdenes al cuartel; pero, cuando llegan presurosos al cuartel, estos nobles e incautos reclutas encuentran al verdadero general, quien les da nuevas órdenes, mucho más importantes, olvidando así las de Tonto, que las dejan polveándose en los tambos que abastecen a los bunkers.

Tonta, que no hace honor a su nombre, se queda todo el día en el bunker en el que vive, muy lejos de la plaza. Ahí siempre espera cada tarde, cortando flores o leyendo un libro, a su cobarde y falso general, que siempre vuelve agitado y asustado, pues es perseguido por un populacho amedrentador.

Discurso Incoherente (O pensamientos de baño)

Por B3

Cita:
“No sabes como es eso Marge, yo soy el que va todos los días ahí a romperse el alma y no estoy fuera de lugar, tú estas fuera de lugar. ¡Todo el maldito sistema esta fuera de lugar! ¿Quieres la verdad? ¡¿Quieres la verdad?! ¡Tú no puedes manejar la verdad! porque cuando se levanta la mano para tocar la cara de lo que fue tu mejor amigo y es un montón de basura, uno no sabe que hacer. Olvidalo Marge, ¡esto es el Barrio Chino!”
- Homero Simpson


A veces nos preguntamos si la realidad es tal y como la percibimos, si debemos hacerle caso a lo que traman nuestros (cada vez más defectuosos) sentidos. Porque habemos algunos a quienes nos parece que algo no encaja cuando vemos casas del mismo color, gente con la misma ropa, las mismas caras y la misma expresión. Simplemente está mal. Hay algo raro en eso que observamos mientras caminamos por las calles en busca de una respuesta. Probablemente sea nuestra imaginación jugándonos una mala pasada, pero hasta cierto punto uno ya no sabe distinguir entre las ilusiones de la mente y un presentimiento certero. Pasado un tiempo nos vamos sumergiendo en esos escenarios a los que nos acostumbraron apenas nacimos. Escenarios que suponen un buen puesto para quienes logran tragarse todo como se lo dan sin pensar siquiera en la inverosimilitud de sus casos. Nos vamos durmiendo cada vez más profundamente.


Tenemos televisores LCD (no LSD) de pantalla plana para cubrirnos los ojos, ipods o celulares con radio incorporada taponándonos los oídos, muchas subculturas de las cuales hablar mal (como si nos interesara entenderlas) para tener la boca alejada de las protestas reales y por si esto no fuera poco, contamos con un sinfín de ideologías dispuestas a sedarnos el cerebro siempre y cuando nos dejemos ¿o no? Al fin de cuentas somos productos de la sociedad en la que vivimos. Desde el más materialista o el que esté mas sumergido en esta ilusión hasta el más espiritual o aquel que lleva la palabra “revolucionario” en el pecho. Todo lo que hacemos y pensamos (y lo que no, también) es el producto intermedio de lo que la sociedad nos envía desde nos introducen, sin aviso, en ella; hablo de las normas que nos enseñan, las leyes que nos imponen y los cánones estéticos que nos etiquetan.

Y cuando alguien se da cuenta de todo eso, la impresión es tal que termina quebrando su pensamiento. Elegimos creernos “normales” (de “norma”, regla) y despreciar a aquellos cuyas mentes se debilitaron de tanto pensar; aunque por hechos históricos, algunos “dementes” (del latín “de” – alejado, y “mens” – mente) en su época fueron considerados genios por generaciones posteriores. Quizá por eso preferimos ignorar lo que pasa sin mirar más allá de nuestra nariz o sin vivir más allá de nuestra puerta donde el mundo se cae a pedazos.

Cuando la ira...

Por Fermina

Canta tu canción favorita cuando estés molesto, pero sin intentar sonreír ni sentirte feliz. Cierra fuerte la mandíbula, que tus dientes se destrocen entre sí. Aprieta los puños, golpea la puerta o la pared de tu cuarto. Disfruta ese dolor mientras maldices. Frunce cruelmente tu ceño, arrúgate toditito. Maldice al cantante, ódialo con todo el corazón. Ódialo por nacer, ódialo por crecer y por haber escrito esa canción. Si tienes un póster o foto de él, escúpele en la cara.

70.


Por Sereales

Avisar antes

Por Jorge Torres

Niña muere asesinada en mitad de una trifulca, en mitad de un amorío, niña muere asesinada en mitad de una mitad de tiempo, en mitad de ojos, en mitad de bocas, en mitad de locos, en la mitad de la niña encontraron dos orificios de bala, la niña murió instantaneamente.

La niña está ahora en su casa y feliz, no imagina qué va a pasar cuando salga de casa al colegio, pobre niña, alguien debe avisarle.


Eielson




Por Carlitos 7.9

domingo, 18 de enero de 2009

Llamada

Por Maria José Cumplido

El télefono de la casa sonó incansablemente. Yo no podía contestarlo porque, en ese momento, hacía una llamada desde mi celular. ¡Ring! ¡Ring! - odio el ruido de los teléfonos -. Yo no contesté y mi llamada tampoco fue contestada. ¡Es tan díficil, en algunos casos, hablar con uno mismo!