sábado, 24 de enero de 2009

Cuando la ira...

Por Fermina

Canta tu canción favorita cuando estés molesto, pero sin intentar sonreír ni sentirte feliz. Cierra fuerte la mandíbula, que tus dientes se destrocen entre sí. Aprieta los puños, golpea la puerta o la pared de tu cuarto. Disfruta ese dolor mientras maldices. Frunce cruelmente tu ceño, arrúgate toditito. Maldice al cantante, ódialo con todo el corazón. Ódialo por nacer, ódialo por crecer y por haber escrito esa canción. Si tienes un póster o foto de él, escúpele en la cara.

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