martes, 18 de noviembre de 2008

El monstruo se comió mi cerebro


Por Fermina

Sólo quiero contarte algo.. quiero hablar de las manchas en la pared a causa de borrar frases que nunca debieron escribirse.. quiero hablar de fotos extraviadas.. no simples fotos, sino todas, todas desde el día en que naciste hasta la actualidad.. no me queda cerebro porque un monstruo de no se qué planeta me lo ha robado, se ha comido mis sesos sin mi permiso y observo como los engulle con placer.. quiero matarlo pero el pendejo es más vivo que tu y yo juntos.. es de esos tipos astutos que no puedes conocer a simple vista por más que te esfuerces.. lo conocí en una tienda de artesanías y baratijas.. él solía visitarla para vender huacos robados y con el dinero comprarse su rica ganya.. nunca le hablé pero el nunca dejó de hablar.. yo solo observaba callada y tratando de estudiar sus movimientos, a pesar de lo distraída que me tenían sus gestos.. antes de hablarme, solo tarareaba una canción de cramberries y una de aterciopelados a la vez.. no me preguntes cómo, pero créeme que fue cierto y yo fui la más sorprendida.. días después de eso, él ya estaba en mi cuarto, vestido de lila, robándose absolutamente todas mis fotos y llevándolas a su país.. no lo dijo, pero lo supuse.. a dónde más las llevaría un monstruo que ni conoce el planeta ni tiene amigos?.. definitivamente, se sentía solo.. yo no hice nada por detenerlo, no por miedo, sino porque yo insistía en estudiarlo, y bueno, además porque en el fondo, empecé a sentir alguna clase de afecto por él.
Una semana después del robo, fue cuando sucedió lo que te estoy contando.. él se comió mi cerebro.. si no hubiese sido mío tal vez le hubiese pedido que me convide un poco.. pero no era el caso y yo no pretendo ser el caníbal de mi misma.. así que solo lo miré.. no podía dejar de mirarlo.. era algo más fuerte que yo.. y ahora él no hablaba.. estaba satisfecho.. ya no tenía por qué hablar.. pasaron un par de minutos para que el monstruo sin nombre se vaya.. yo lo miraba alejarse tras las sombras de mi cuarto, abrir la puerta y desvanecerse.. no te imaginas como me dolió el corazón cuando se cerró la puerta..

1 comentario:

anónimo 4 dijo...

Me encantó, me sentí identificado con el monstruo.